jueves, 10 de octubre de 2013

palomita blanca que pasa volando...

Y me di cuenta de que no tenía fotos de ella. Ni una foto del '99. Ni una foto de la que voló. O sí. Una foto escaneada a quince millones de pixeles y que ni se acercaba a mostrar tanta belleza. Ni una foto del año que había llegado Paloma. Aquella madrileña había sido mi primera experiencia de origen virtual. Y claro, no sería la última. Ni la definitiva. ¿Existe una experiencia definitiva? Ni siquiera la muerte para quienes pensamos que tenemos resto allende la Estigia. pero volviendo a la rubia gallega de ojos verdes recordé que Paloma me había mostrado lo que nadie hasta ese momento: el arte de seducir. El arte de amar.
Con ella aprendí que amar era un arte. Y quizá una obra más trascendental que la de Ovidio.

Fragmento de 'Una historia de besos'. Work in progress
2013 SEG

No hay comentarios.:

Publicar un comentario